Principios contables (Parte II)

Principios contables (Parte II)

Además de los Principios de Empresa en funcionamiento, el Principio de Devengo y el Principio de Uniformidad, la empresa debe acompañar el cumplimiento con la norma contable con los principios de Prudencia, de No Compensación y de Importancia relativa. Es importante destacar que si se detectase conflicto en la aplicación de los diferentes principios, la organización ha de optar por aquel o aquellos que mejor conduzcan a que las cuentas anuales expresen la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la organización.

A lo largo de la vida de la empresa, la misma ha de guardar prudencia en el establecimiento de sus conclusiones futuras. Es aquí donde se establece el Principio de Prudencia, mediante la aplicación del cual se persigue que las estimaciones y las valoraciones a realizar en condiciones de incertidumbre se realicen de manera prudente. No obstante, la prudencia nunca justificará que la valoración de los elementos patrimoniales no responda a la imagen fiel que deben reflejar las cuentas anuales.

La organización, en todo momento, ha de actuar discerniendo entre el activo y el pasivo puesto que una alteración en estos preceptos básicos estaría alterando la imagen fiel de la misma. Para lo anterior se establece el Principio de No Compensación, cuya aplicación hace que no se puedan compensar las partidas del activo y del pasivo o las de gastos o ingresos, incluyendo la valoración separada de los elementos integrantes de las cuentas anuales.

Si bien los principios contables y la aplicación de los mismos pueden entrar en conflicto, de manera general puede existir una determinada importancia de cada uno de ellos que se ve reflejada y con la que se cuenta desde el punto de vista contable mediante el postulado del Principio de Importancia relativa, ya que se admitirá la no aplicación estricta de algunos de los principios y criterios contables cuando la importancia relativa en términos cuantitativos o cualitativos de la variación que tal hecho produzca sea escasamente significativa y, en consecuencia, no altere la expresión de la imagen fiel.

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