Crisis vs iniciativas innovadoras

Crisis vs iniciativas innovadoras

Está claro que en estos tiempos convulsos para la economía no es fácil el apostar o iniciar una actividad sin aproximar, al máximo posible, el riesgo al que nos podemos enfrentar. No obstante, en procesos socialmente estocásticos, la aproximación del riesgo al que nos enfrentamos es una tarea difícil. 

Si bien es cierto que un gran componente del riesgo podría definirse como los factores extrínsecos del mismo, es decir; los elementos que no son esenciales ni genuinos, también es cierto que los factores intrínsecos juegan un papel positivo en el sacar adelante un proyecto lo menos arriesgado posible.

En la situación económica actual, el riesgo extrínseco es común, está detectado, pero aún no ha sido dimensionado; escenarios típicos de situaciones de crisis. Sin embargo, es en los ámbitos de actuación intrínsecos donde la sociedad puede y debe actuar aprovechando la innovación como elemento diferenciador. 

Si bien la innovación se ha venido entendiendo de aplicación en determinados productos y servicios, ésta misma se puede aplicar a procesos, guardando una conexión directa con el crecimiento del margen comercial de cualquier organización[1]. Dentro de la innovación en procesos y como dinamizador de la actividad empresarial, es el emprendimiento corporativo el que de alguna forma participa en la innovación organizacional directa. Entendido como el proceso en el que equipos de la empresa conciben, fomentan, promueven y gestionan nuevos negocios que, a pesar de ser diferentes de los de la empresa matriz, se apoya en los activos, posición de mercado, capacidades y otros recursos de ésta; es, sin duda, una posible respuesta a tiempos convulsos que requieren de una rápida adaptación a los cambios sociales.

Según el II Informe de Emprendimiento Corporativo en España[2] se trata de un “fenómeno relativamente reciente, aunque en rápido crecimiento”. Otra de las conclusiones destacadas es que “las organizaciones ven mayoritariamente en el emprendimiento corporativo una vía para introducir mejoras en modelos de negocio y procesos existentes o favorecer el funcionamiento de las estructuras de personal”.

Desde el punto económico, el concepto en cuestión sería una aplicación directa de las entendidas como economías de aprendizaje, derivadas de los conocimientos acumulados a través de la experiencia. Esto deriva en la especialización en un cierto campo por parte del personal, en este caso, la formación de los intraemprendedores, los cuales buscarán continuamente la mejora de la eficiencia.


[1] Es importante destacar que no se hace referencia a la investigación y el desarrollo. Conceptos que por definición preceden a la innovación y, por su carácter de estudio, no se aproximan tanto a la realidad empresarial de manera directa.

[2] Promovido por Santander Universidades, CISE, Deusto Business School, Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Pontificia de Comillas.

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